miércoles, 5 de diciembre de 2007

Relación de grupos de economía en la Edad Moderna. Constatación práctica de la "First Global Age"

Marina EGEA FERNÁNDEZ

Llevamos varias semanas comentando y analizando las diferentes teorías que configuran el pensamiento económico en los siglos modernos, pero quizá nos falte ahora tener perfectamente asentada la idea introductoria de su organización en el mundo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Tenemos las teorías prácticas que movieron diferentes hechos y partes dentro de una gran estructura lentamente cambiante; en esta semana veremos cómo estos eslabones configuraron una gran cadena interrelacionados e interdependientes, basados en dichas teorías, escuelas, corrientes o conjunto de escritos económicos.
La primera idea que no debemos olvidar es que la Economía como tal nació como verdadera ciencia justo a finales de la Edad que nos compete, a raíz de la innovadora concepción de Adam Smith sobre la organización fiscal, mercantil, comercial e industrial del mundo que le rodeaba. Su Historia arranca precisamente de esos últimos años del siglo XVIII. Antes de esta específica frontera podemos afirmar que dicha organización ya era comprendida entre sus contemporáneos como la propia etimología de la palabra indica: "oikós nómos íkos", oeconomía, esto es, “lo concerniente al gobierno de la casa”. Si hay algo por lo que se caracteriza esta economía en el mundo moderno es por ser enormemente compleja. Vinculada al Antiguo Régimen, se trata de un todo perfectamente estructurado, en el que cada parte cumplía una función específica e imprescindible, a su vez interrelacionadas e interdependientes. Hablamos de la sociedad estamental, pero no sólo los tres estamentos configuraban esas partes: la oeconomía integraba distintas integradas entre sí: gremios, burguesía comercial, protoindustria, fiscalidad y banca, comercio, mercado, materias primas, metales. Esta compleja interrelación empieza a incorporar elementos novedosos desde finales de la Baja Edad Media, encontrándonos con recursos identificables con un incipiente precapitalismo, como por ejemplo la búsqueda del beneficio. Este hecho, junto con la ampliación de horizontes y mercados por parte de Europa, incorporando espacios nuevos de influencia (América, África, Asia), ha propiciado que la Historiografía identifique esta época como First Global Age, estableciéndola como la generadora de los primeros precedentes de la globalización, de un mundo en el que esas partes geográficamente también se complementaban. Nuevas demandas, nuevos gustos que traspasan las barreras de Europa, ampliándose el mundo conocido y haciendo ese gobierno cada vez más complejo, a raíz de que la casa se hacía más compleja, aunque primen elementos medievales todavía, tales como la enorme importancia de la agricultura (unida al mercado y ni sólo a la subsistencia) y el papel predominante de la religión. Pasemos a analizar esas partes, en concreto algunas de ellas, como los gremios, los metales, el comercio con América, la fiscalidad, la Economía en los Países Bajos, la banca en relación a la familia Fugger y la Protoindustria. Cada una ha sido trabajada por un grupo de clase.

El grupo de los metales ha decidido estructurar su investigación en dos partes: el comercio de materiales preciosos (en concreto el oro y la plata) y su financiación en la Monarquía Hispánica (el estado de sus cuentas, centrándose en la Hacienda de Felipe IV y sus banqueros). Ambas partes las han dividido en los siguientes puntos:
• La importancia de las minas en el comercio e intercambio entre España y América, que propició el auge de minerales conocidos (el oro y la plata fundamentalmente) y los descubrimientos de nuevos, como el azogue. La aparición de nuevos yacimientos mineros, como Potosí, Guanajuato y Zacatecas, posibilitó el incremento de dichos intercambios, haciendo cada vez más compleja la red comercial entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
• ¿Cuál es el fallo en el paralelismo con el mundo moderno, con la España Moderna? Intentar buscarlo desde los Reyes Católicos a Carlos II, una época caracterizada por la sed de oro y la precariedad de los metales, con un patrón oro basado en el florín florentino y el ducado veneciano. Este afán por la riqueza (fiel reflejo del Mercantilismo) vio su prolongación o su “dorado” con el Descubrimiento de América, obsesionando a Isabel la Católica con comprar oro como fuera. Así, el oro y la plata adquirieron grandísima importancia en Europa. Procedentes de las minas de América, eran retenidos en la Monarquía Hispánica, convirtiéndose en pieza clave para los ingresos fiscales, con el incipiente problema de que todo lo que empezaba a entrar, empezaba a salir, encontrándose con el problema de la cuantificación: las cuentas registradas en Indias son distintas de las de la Casa de la Contratación. ¿Adónde iba ese dinero? La suma de las pérdidas y desvíos de metales que se acuñan más los ingresos fiscales.
• La Hacienda de Felipe IV. El caos caracteriza esta parte. Para financiar las guerras necesitaban las diferentes partidas, cuando a la Hacienda no le conviene las retiene en la Casa de Contratación, el rey tenía la última palabra, de forma que cuando los comerciantes de Sevilla quieren cobrar lo que les pertenece necesitaban una cédula real, creándose un conflicto entre las autoridades de la Casa de la Contratación y las de la Hacienda, no contrastándose las cédulas. La Hacienda hacía este fraude debido a que las deudas eran cada vez mayores, dado que los créditos tampoco se pagaban. Les permiten a los comerciantes que cobren en las Indias, éstos llevan su dinero en metales a la Casa de Contratación, pero si a la Hacienda Real le conviene para saldar otra deuda o financiar otra guerra, las retiene, no pudiéndolos recuperar el comerciante salvo por una cédula real. Si los oficiales no pagan esos créditos, pueden apelar al jefe de la Armada. Así, aumentaban cada vez más las deudas y los créditos.
• Los metales y la banca. Destacar la importancia de los banqueros genoveses durante el reinado de Felipe IV, con proyección internacional y la sustitución de su lobby por banqueros portugueses criptojudíos, de influencia nacional. La Hacienda española necesitó sustituir a Génova, facilitando la anexión de Portugal en 1580 su sustitución por dichos banqueros de procedencia judía (pasando a formar parte de la banca nacional). Centrarán su estudio en el caso particular de Manuel Cortizo, regidor y funcionario de la Hacienda de Madrid y muy vinculado a Felipe IV.
Su objetivo para este mes es empezar a juntar las partes y no solapar los trabajos de uno y otro.

El grupo del comercio americano ha estructurado su trabajo en cuatro partes: la organización del comercio, rutas de navegación y productos, mercaderes y su vida como tales y préstamos y piratería. En relación a cada parte:
• Respecto a la organización del comercio americano, se centrarán en la Casa de Contratación, el Consejo de Indias y el Consulado. La Casa de Contratación nació en 1503 en Sevilla, contando entre sus miembros un factor, un contador, un tesorero, un escribano, un piloto mayor, un cartógrafo, un cosmógrafo, etc., a los que se unieron otros cargos a lo largo del tiempo. El Consejo de Indias apareció en 1524, con funciones político-administrativas, formado por consejeros, letrados, fiscales y un presidente; sus funciones son cada vez más complejas (burocrática, legislativa, judicial, elevando sus soluciones al rey). Destacarán en este apartado el papel de la Corona en el comercio con América, cuyo fin era monopolizarlo y obtener el máximo beneficio posible. Sevilla, como centro de la Casa de Contratación, era una ciudad bastante poblada de Castilla, cuyo fin era precisamente asegurar ese monopolio comercial, acudiendo a ella agentes de comercio privados y compañías comerciales, dueños de las naos.
• En cuanto a las rutas de navegación y productos en el comercio transatlántico, se centrarán en el galeón de Manila, pero la información es muy dispersa y hay muchas cifras y monografías de productos precisos (cacao, azúcar, tabaco, cochinilla, añil).
• La vida de un mercader en el comercio transatlántico y su papel en la financiación en la carrera de Indias. Imagen de los mercaderes como los principales beneficiarios del crédito, no tenían la obligación de registrar las escrituras de los préstamos recibidos, siendo los artesanos los mercaderes de su propio producto. Los mercaderes eran autóctonos, mientras que los extranjeros se encargaban de actividades financieras y crediticias y la burguesía mercantil castellana y genovesa se encargaba de actividades mercantiles, deudores de préstamos al riesgo o grupo acreedor. Resaltar que no está diferenciado quién se dedica sólo al comercio o a las actividades financieras. Había mercaderes banqueros cuyo principal instrumento era la letra de cambio. Destaca Sevilla como magnífico sistema portuario, catalizador de comercio exterior. Naves sevillanas, andaluzas, cántabras y portuguesas fueron desde 1492.
• Préstamos, riesgos y seguros marítimos. Piratería y contrabando. Observa los riesgos que existían sobre los navíos y mercancías, el carácter de los seguros marítimos (el asegurador y el asegurado, tipos, elementos formales y pólizas), así como los cambios acaecidos en el siglo XVII. Cádiz en el sistema atlántico cuando la Casa de Contratación se traslada, aumentando su población y la llegada de extranjeros y productos, aumentando las infraestructuras al efecto. El siguiente mes se encargará de la piratería y contrabando.
Su mayor problema es encontrar documentación sobre la vida del mercader.

El grupo del comercio con Europa ha decidido estructurar su investigación en los siguientes apartados: metodología e historiografía, siglos XV y XVI, siglo XVII y XVIII. El primero lo han escogido en lugar del contexto histórico; el segundo como enlace con la Edad que nos ocupa, resaltando su característica de recuperación económica respecto de los inicios y del desarrollo del Medioevo, estableciendo una relación evolutiva. Dentro de este apartado tocarán el comercio americano y la expansión aragonesa en el Mediterráneo. En cuanto al siglo XVII, desarrollarán la discusión sobre si verdaderamente existió una crisis en la Monarquía Hispánica (y en este sentido en qué grado afectó al concierto de potencias europeas y a las colonias) o, si bien no continuada, establecer su progresión en negativo o positivo. Y, por último, el siglo XVIII y los cambios producidos por las reformas borbónicas.
En general, la conclusión a la que han llegado es que la civilización europea es puramente material en la Edad Moderna, muy interesada en productos suntuarios y exóticos, así como en los metales preciosos, en la riqueza, en definitiva, de ahí el auge de los descubrimientos geográficos y las expansiones y legislaciones coloniales, que inciden directamente en el desarrollo espectacular del comercio, unido a las influencias claramente presentes de las teorías del Mercantilismo. Un conjunto de factores que configuran una realidad en proceso hacia el capitalismo. Los problemas con los que se están enfrentando se centran en una gran cantidad de bibliografía demasiado específica y con el inevitable solapamiento con el comercio con América.

El grupo de precios ha estructurado su trabajo en cuatro partes: causas de la inflación, Inglaterra, Holanda y las consecuencias en general. Cada una la han subdividido en los siguientes puntos:
• En cuanto al aumento de precios, se centrarán en la teoría cuantitativa de Hamilton en cuanto a las consecuencias de dicho alza, y en el comercio americano. Respecto al primero, resaltarán que se muestra partidario de que el causante de la mencionada inflación es la importación de metales de América y Castilla y, en particular respecto a esta última, la prontitud en que eran exportados a Inglaterra y los Países Bajos. Centrándose, como decimos, en El tesoro americano y la revolución de los precios, en relación al comercio y tesoro americano Hamilton entiende que el proceso se entrega a manos privadas con importante presencia de intermediarios. En la Casa de Contratación el metal era comprobado, separándose el Quinto Real. Las cecas castellanas acuñaban el metal precioso implicando un mecanismo social encargado del tráfico de metales del oro y plata. Un intercambio estrechamente ligado a transacciones que hacían que el metal que llegaba a España se hiciera válido aunque no fuera registrado, haciéndose de curso legal y enviándolo a las cecas.
• En relación a Inglaterra, resulta inevitable hablar del comercio, así como establecer una irremediable comparación con Castilla. Nos referimos a los fenómenos de importación de oro de Castilla a Inglaterra y de reexportación de esta última a las Indias Orientales, que este grupo ha definido con acierto “la necrópolis del oro y la plata europeos”.
• Refiriéndose a los Países Bajos, trabajan las consecuencias y causas microeconómicas de la inflación y macroeconómicas de la deuda pública y la depreciación monetaria. Su libro de cabecera es la teoría cuantitativa de Koenisberger y, como fuente primaria la crítica a la inflación de Jean Bodin (Bodino), para el cual se debe fundamentalmente a la llegada de metales preciosos de América, produciéndose a la altura de 1550 una conjunción de precios altos y una escasez de moneda que provocó una crisis crediticia. Esto hizo que los precios de las manufacturas crecieran menos que los alimenticios, favoreciendo a los medianos propietarios y no a los pequeños, aunque en el área Valona la industria textil de calidad y la fuerte industria metalúrgica y naval experimentaron un enorme desarrollo y Amberes se había convertido en una ciudad pujante en la primera mitad del siglo XVI, haciendo de intermediaria entre Portugal y Alemania (entre los metales de las minas de Centroeuropa, las importaciones de Inglaterra y Alemania). De este modo se importaban cereales del Báltico para consumo e importación, existiendo una simbiosis entre los gobernantes y los prestamistas, en relación sus intereses o el mantenimiento, alza o adquisición de monopolio, aplicando las teorías proteccionistas.
• Como conclusión a las consecuencias en general, este mes han establecido que las causas de la inflación se deben al aumento crediticio y de la contribución.

El grupo sobre fiscalidad en Castilla va a centrar su trabajo en los siguientes apartados:
• La Nueva Historia Fiscal. En primer lugar, realizarán una introducción en la que desarrollarán los aspectos principales de la tendencia historiográfica que van a seguir a lo largo de su investigación. Tras la aportación innovadora de la Escuela de los Annales, para cuyos autores (Fébvre, Bloch, Braudel) la Historia es algo más que una sucesión de hechos inconexos, sino la inevitable simbiosis de una multiplicidad de factores sociales, culturales, mentales, geográficos y económicos, y las diferentes corrientes de los años 70 para el nacimiento del Estado Moderno, desde los años 80 la Historia Económica experimenta un cambio de tercio, entendiéndose que no debe estar aislada, sino que ella misma, como la Historia en sí para los Annales, se ve inevitablemente influida por factores políticos y una multiplicidad de elementos, conectando con ellos para un mejor entendimiento. La Neofiscalidad o Nueva Historia Fiscal afirma que la Historia Económica se compone de una multiplicidad ciencias auxiliares interrelacionadas: régimen monetario, sociología, ingresos y gastos, etc. Siguiendo esta innovadora tendencia, el grupo se centrará en las observaciones en el tiempo y en el espacio, concretamente durante los reinados de los Austrias en la Monarquía Hispánica.
• La Contaduría Mayor de Hacienda. En este apartado se centrarán en investigar cómo funcionaba esta institución, analizando sus dos vertientes: la Contaduría Mayor de Hacienda, dedicada a funciones de gestión de ingresos y gastos y la Contaduría Mayor de Cuentas, dedicada a la supervisión de las mismas. En 1523 se creó el Consejo de Hacienda, que sustituyó en cierta medida a esta última, dedicada a política y gestión de los gastos. Se fue modificando a lo largo de los años, promulgándose en 1593 sus Ordenanzas, por las que adquiría jurisdicción propia. En la Edad Moderna la Hacienda del Estado eran las Arcas Reales, identificándose de este modo, una vez más, lo privado y lo público, de forma que el dinero del que disponía el monarca era el del Estado y viceversa (recordemos las empresas bélicas de Carlos V); en caso de deudas (generalizadas durante los Austrias), esto es, en caso de que la Hacienda necesitara solventar créditos e intereses prestados por banqueros normalmente genoveses o, directamente, por los Fugger y los Welser con Carlos V, o para financiar alguna empresa excepcional, convocaba Cortes (de Castilla o de Aragón, normalmente de la primera) a las que pedía la aprobación de un servicio, impuesto directo extraordinario. En las Cortes, dejándose ver las diferencias forales, se concedían, limitaban o negaban estos servicios a la Corona, discutiendo los procuradores, en caso afirmativo, la cantidad. Las negativas solían ser excepcionales salvo en momentos de crisis y revueltas, como las Cortes de Santiago en 1519, previas a las afirmativas de La Coruña, como antecedente a las Comunidades.
• Los ingresos se dividían en cuatro tipos: ordinarios, extraordinarios, directos e indirectos, teniendo así diferentes impuestos combinadores de dichos tipos: alcabala, servicio, Tercias Reales, diezmo, Quinto Real, Millones (desde Felipe II), los derechos de la sal, de aduanas, la moneda forera, etc. La sociedad estamental también estaba presente en ellos, de modo que mientras los extraordinarios e indirectos los pagaban todos sus miembros, los grupos privilegiados (nobleza y clero) permanecían exentos de los demás, defendiendo esta situación durante toda la Edad. El pueblo llano soportaba el peso fiscal al estar la nobleza y el clero exentos de impuestos.
• Carlos V. En relación a la fiscalidad, el grupo resaltará la gran cantidad de préstamos que solicitó el Emperador para financiar y mantener su política exterior. Estos préstamos, que desembocaban en deudas para la Hacienda del Estado, los solicitaba de extranjeros (familias Fugger y Welser) y españoles (Francisco del Valle, Lema Polanco y Múgica). Entre 1533 y 1542 solicitó 750202 ducados genoveses y más de dos millones de los Fugger. De este modo financiaba sus famosas empresas bélicas, realizando, a su vez, operaciones encubiertas tales como la venta de cargos (venalidades) y prevendas. Los secuestros a remesas de propiedad privada (aquí entran los metales procedentes de Indias, de comerciantes particulares, registrados en la Casa de Contratación de Sevilla y posteriormente de Cádiz) no eran inusuales; es más, durante este reinado se conocieron tres: entre 1535 y 1538 de remesas de propiedad privada procedente de ultramar y venta de juros; en enero de 1535 varias partidas secuestradas y, por último, durante una de las regencias de la Emperatriz Isabel, cuando permanecía en Castilla a cargo de los reinos peninsulares. De todos los reinos que engrosaban su “dilatado” escudo, la Hacienda castellana se convirtió en el gran embudo asumidor del peso de sus gastos, endeudándose progresivamente y sin vuelta atrás a raíz de sus interminables guerras exteriores contra sus tres enemigos (Francisco I de Francia, con el que mantuvo cinco guerras, Solimán el Magnífico, soberano de los Turcos que llegó a las puertas de Viena, y el proceso reformador abierto por el fraile agustino Lutero desencadenador del Protestantismo y sus ramas, así como de las diversas guerras de religión del XVI y del progresivo aumento de poder de los lander alemanes), así como sus derivadas en Túnez y Argel e Italia y las dos peninsulares (revueltas de Comuneros y Germanías). Entre los gastos internos se encontraban los burocráticos, de Corte, de Isabel, Felipe (desde los siete disponía de casa propia), Juana I, viajes y objetos suntuarios (como, a modo de anécdota, el clavel de Turquía que le regaló a la Emperatriz por su boda, para el patio de Machuca en Granada).
Para el próximo mes analizarán las quiebras que, derivadas de todos estos gastos y deudas, dejará Carlos V a su hijo Felipe II.

El grupo gremios estructurará su trabajo en los siguientes apartados: introducción, evolución de los gremios, sociología, gremios en Europa, la mujer en los gremios.
• Dividirán la introducción en dos partes: Historiografía y estructura gremial. En cuanto a la primera, hasta ahora han observado tres tendencias: según la historiografía liberal, los gremios son el paradigma del anquilosamiento que afectará negativamente a la economía moderna; según la historiografía marxista son un símbolo de la pervivencia del Antiguo Régimen; por último, según la historiografía conservadora, unida al fascismo, los gremios equivalían a la reivindicación de paz social, antecedente y asimilación a los sindicatos verticales. Concluyen este mes en este apartado con la reflexión de que todas las ideologías los utilizan en política y en Historia. Mientras en el libro de Rumeu de Armas el autor ofrece una visión idílica de la organización gremial, en los años 80, Pere Molas, en relación a los gremios en el siglo XVIII, se opone rotundamente al anterior. El próximo mes estudiarán la estructura gremial.
• En cuanto a la evolución gremial, su estudio se ciñe inevitablemente a la división cronológica de la Edad Moderna. En el siglo XVI están estudiando los gremios madrileños, observando que entre Rumeu y Linch existe una clara contraposición. Asimismo, resulta curioso cómo la Corona no intentaba quitar poder a los gremios, pues constituían un instrumento importantísimo para establecer y mantener el orden social. En el siglo XVII tocarán la influencia de la crisis económica. En el XVIII, estudian la crítica a los gremios bajo la influencia de la Ilustración (no trabas para el trabajo), encarnadas, bajo el reinado de Carlos III, en Campomanes, representando un sector partidario de su alienación. En la misma línea, las Sociedades Económicas de Amigos del País analizan los defectos de los gremios pero no propusieron alternativas. En general, a raíz de este apartado están relacionando su evolución histórica con aspectos referidos a su estructura, sus gastos, su conflictividad (se ha calculado que un 15% eran denuncias, reflejo de un malestar latente), etc.
• Respecto a la sociología, se trata de estudiar un mundo paralelo a su estructura gremial, analizando sus fiestas, su religiosidad (sus Cofradías), sus relaciones con otros gremios o entre gremios mayores y menores, sus mecanismos de protección mutua, sus prácticas, etc. En este sentido, y en relación a la conflictividad latente, están estudiando cómo los oficiales descontentos usaban los gremios como tapadera colectiva encubierta. En relación a ello, han investigado que la famosa conflictividad de los gremios no era contra la autoridad, sino entre sí y dentro de ellos, utilizando como tapadera dicha organización encubierta de oficiales y estudiando, en concreto, la acaecida en Madrid en el siglo XVIII. Padecieron tres crisis en el siglo XVII, volviendo a tener un auge en el XVIII, pero no trabajando por piezas, sino por días. La conflictividad era, pues, doble: entre gremios mayores y menores y entre la propia jerarquía interna. En relación a este último punto, entre sí los oficiales se creían superiores a los aprendices y, molestos por la progresiva rigidez en el examen de acceso a la maestría y en el reconocimiento de la obra maestra, no sólo se organizaban encubiertamente, sino que usaban a las Cofradías para elevar sus peticiones. Los maestros pidieron a las autoridades que las suprimieran y éstas, curiosamente, estaban a favor de los maestros, pues, como arriba hemos dicho, los gremios y su estricta rigidez eran un elemento de control social (sobre todo en el siglo XVIII, en el sentido de revalorización del trabajo, acusando a los oficiales de auténticos “vagos”, siendo unos de los representantes de estas críticas, Campomanes).
• Dentro de la enorme organización gremial europea, como ejemplo de transición al capitalismo, se centrarán en Italia y, concretamente, en las ciudades de Lucca, Bolonia y Venecia. Para ello, este mes han seguido la obra de R. Duplesis Transiciones al capitalismo en Europa durante la Edad Moderna.
• Sobre las mujeres han destacado su papel importante en la organización gremial. Disponían de un salario muy escaso, aunque si estaban trabajando para su familia ni siquiera disponían de él. Tenían prohibido pasar de mero aprendiz, utilizando sus padres como única dote, dicho aprendizaje.

El grupo de los Países Bajos está centrando su investigación en la Holanda desde 1567, es decir, desde el levantamiento contra los españoles, percibiendo cómo a raíz de dicha revolución la Historia se separa entre los Países Septentrionales y los Meridionales. Dividirán su trabajo en los siguientes apartados: contexto histórico (en qué momento y qué ocurre), agricultura, comercio e industria y en la confrontación historiográfica sobre si se trata o no de una estructura capitalista.
• En relación al contexto histórica, buscarán la implicación política, acercándose al objetivo de comprender cómo un estado tan pequeño e incipiente, nacido en circunstancias de revolución y conflicto, es capaz de alzarse en la primera potencia mundial económica en el siglo XVII y al mismo tiempo ser un ala de incipiente democracia (los Estados Generales representan al clero, a la nobleza y a la burguesía, aunque el Estatúder acapara todo el poder), consolidándose cada provincia con una economía en auge. En este sentido, podemos dividir a los Países Bajos en dos zonas bien diferenciadas, no sólo en cuanto a su historia, sino en relación a su riqueza, de donde se desprende su separación histórica: el Sur se considera el área más rica, de ahí que los españoles intentaran conservarla, no importándoles tanto, en el fondo, el Norte, el que logró independizarse y el que, por las diversas ramas en las que se dividió el protestantismo, acabó convirtiéndose en un auténtico paraíso de la anarquía, fundamentalmente debido a Leyden con el “reino de los santos”, refugio de calvinistas, anabaptistas, judíos, etc. Gracias ello, se permitieron libertades de importantísimo valor, tales como la imprenta. No obstante, esta anarquía de los primeros años también presentó su lado negativo en relación a su moralidad (las desproporcionadas ideas de Leiden como la de tirar los diques, la práctica de coger esclavos de África, venderlos y destinarles a trabajos forzados, enfrentarse a Ámsterdam, etc.).
• En cuanto a la agricultura, están estudiando los progresos tecnológicos en prácticas y aperos, tales como el abono, el arado metálico, los contratos de arrendamiento del suelo (no estableciendo cotos de caza, etc.), publicándose una gran cantidad de tratados sobre agricultura. En este sentido, la guerra, que duró 80 años, les afectó en cuanto a las escaramuzas.
• Respecto a la industria y el comercio o a la industria del comercio, aprovechaban los excedentes para generar puestos de trabajo y materia prima que luego exportaban, distinguiendo entre manufacturas finas y burdas, en producción de ciudad y campo. Para alcanzar mayor supremacía, adquirieron el objetivo de ir reconquistando las plazas portuguesas para alejar de ellas el ejército y mantener el comercio vivo; para ello crearon un ejército propio y permanente. Así, consiguieron que esta época fuera el “boom” del auge de sus compañías, que podíamos encontrar en Brasil, las Antillas, el Sur de África… Sus directores pertenecían a los Estados Generales, siendo sus beneficios tan grandes, que no importaban sus determinadas extracciones encubiertas. En dichas Compañías participaban un gran número de judíos.
• En relación a la confrontación de opiniones sobre si era o no una incipiente economía capitalista, su trabajo este mes se ha centrado en relación a la agricultura con los contratos de trabajo y al comercio, así como en la organización económica de las ciudades en torno a estos ámbitos.
Como conclusión general, les ha llamado la atención la doble moralidad protestante.

El grupo de la familia Fugger ha estructurado el trabajo en dos partes: por un lado la banca durante los años modernos y, por otro, la familia Fugger y su estrecha relación con ella. En cuanto a la primera, se referirán a sus acciones y a los divertimentos bancarios (las ferias, los empréstitos, etc.), añadiendo una evolución histórica de la banca en la Edad Moderna. Respecto al segundo punto, lo dividirán en dos subapartados, respecto a dos de los miembros de esta poderosísima y acaudalada familia y su relación con los estados de la Europa moderna, distinguiendo dos fases: Jacobo Fugger como entronque del nacimiento de la familia en Alemania, cuando sus parientes emigran a Augsburgo y empiezan a establecer los contactos idóneos y, en consecuencia, a crecer económicamente hasta que llega un punto en que no pueden sostener por sí mismos toda la envergadura de la empresa que han creado y piden ayuda, precisamente a Jacob Fugger, que renuncia a sus votos y saca adelante sus negocios en compañía con Melchor Meneau y la Familia “Zurzola” en Hungría, estableciendo un poderoso engranaje económico, fundado sobre todo en mercancías de oro y plata en los Países Bajos y Génova, sabiendo aprovechar las circunstancias favorables que se le presentaban. La segunda fase la están focalizando en torno a la figura de Antón Fugger, centrándose en sus préstamos a España (Carlos I) y Portugal, centrándose en Juan II. Como conclusión general pueden afirmar que en la Edad Moderna priman más las relaciones privadas en cuanto a los intereses económicos, que las públicas (los intereses de Carlos V para financiar sus empresas bélicas).

Nuestro grupo de la Protoindustria en la Monarquía Hispánica durante la Edad Moderna, que componemos los mismos que estamos haciendo este blog, debemos resaltar que durante este mes hemos descubierto muy interesantes aspectos sobre los inicios de la industria en la Monarquía Hispánica, forjándonos una nueva imagen sobre la que hasta ahora creíamos prácticamente inexistente, escondida bajo la monopolizadora organización gremial. Hemos llegado a la conclusión de que el espíritu industrial y empresarial existía, se estaba forjando lentamente pero con bases fuertes y pasos de gigante, unido a la burguesía mercantil emprendedora, arriesgada y bancaria, que, consciente o inconscientemente, estaba tejiendo los hilos de una poderosa e incipiente telaraña industrial bajo la búsqueda de un rápido beneficio precapitalista, íntimamente hermanado con este proceso escondido pero latente. Y en este sentido, podemos afirmar que se hallaba a la par del resto de Europa, parejo al fenómeno social, mental, comercial y cultural que estaba forjando a las potencias de la Modernidad, en pugna por el dominio universal. Nos estamos centrando fundamentalmente en Castilla, por constituir ésta el núcleo principal de gobierno de la Monarquía Hispánica (sobre todo desde 1561 con la capitalidad en Madrid), aunque no pudiendo eludir la comparación y relación inevitable con otros territorios de la misma, de difícil separación dada su interdependiente organización económica interna (fundamentalmente con Indias, Flandes y la Corona de Aragón). Para ello, estamos siguiendo la siguiente estructura: historiografía, siglo XVI, siglo XVII y comparación con Inglaterra.
• En relación a la Historiografía, el objetivo es hacer una valoración general del estado de la cuestión. Se trata de describir, analizar e interpretar toda la bibliografía que estamos manejando como investigación secundaria a las fuentes primarias, elaborando un estudio de la percepción de los historiadores modernistas a lo largo de la “historia de la historiografía”. Cómo han tratado este tema los investigadores, a qué diferentes conclusiones han llegado, su influencia con la época en la que estudiaban, así como la evolución de dichas percepciones en relación, fundamentalmente a la existencia o inexistencia de una “protoindustrialización”, una “precapitalización”, una crisis o mantenimiento económico en el siglo XVII y en relación al retraso o rigidez gremial.
• En cuanto al siglo XVI, arrancando de la Baja Edad Media, en concreto desde finales del siglo XIII en que se empiezan a atisbar las bases para la mejora económica en el seno de las ciudades, y centrándonos en los siglos XIV y XV, es posible encontrar las raíces de dicha “protoindustrialización escondida”. Este mes hemos descubierto que la protoindustria está estrechamente ligada con el tráfico comercial como los inicios del “capitalismo comercial” en el siglo XIII, en la interposición del comerciante entre el productor y el consumidor, relacionándose estrechamente los orígenes de la protoindustria y la precapitalización y estableciéndose el hermanamiento inseparable entre manufacturación y comercio. A raíz de una creciente demanda elitista iniciada en el siglo XIII, los productos de subsistencia pasaron a un segundo plano, incentivando como consecuencia la industria y el comercio. Este hecho encuadra a la época entre finales del siglo XIII y el XVIII como época “preindustrial”, con su apogeo en el siglo XV y su desarrollo en la Edad Moderna, hasta la revolución industrial inglesa a mediados del siglo XVIII. Así, a comienzos del siglo XVI, la organización de la mano de obra protoindustrial, se articulaba en tres puntos: industria doméstica rural de autoproducción y autoconsumo, artesanos y corporaciones (los gremios) y, la más importante, la industria a domicilio (inicializadora de un proceso, consciente o inconsciente, de precapitalización y protoindustrialización dentro de los gremios como estructura encubierta, poniéndose los oficiales al servicio de incipientes “burgueses-empresarios”, de quienes recibían materias primas o capital para elaborar productos que pudieran exportar (truck system).
• En relación al siglo XVII, hemos llegado a la conclusión de que es un período inestable, pero no se puede decir como muchos autores han afirmado, que sea un período de crisis continuada, sino que fluctúa en períodos de caída y de intento de recuperación, fundamentalmente después de cada conflicto bélico, destacando sobre todo el período posterior a 1680 con las incipientes reformas de Carlos II antes de morir. En esta época son los comerciantes los que dominan a los gremios y este hecho provoca que éstos cada vez sean más especializados, por lo que nos encontramos con un mayor número de gremios menores, lo que no significa que la preindustria vaya bien, sino que se está estableciendo una nueva organización de trabajo que poco a poco se irá conociendo como “trabajo asalariado”, continuando con el proceso evolutivo que ya se había iniciado en el siglo XVI.
• En cuanto a Inglaterra, centrándonos en el libro Industry in Tudor and Stuart England de Coleman, hemos deducido que la sociedad preindustrializada inglesa es un periodo formativo de lo que luego será la sociedad industrializada en los tiempos de la Revolución Industrial, caracterizándose en esta época por empezar con una escasa inversión en capital fijo (aunque sí comenzaba a existir, como en el resto de Europa, inversión y capitalismo preindustrial) y basarse en los puntos básicos de una economía preindustrializada: procesamiento directo de los productos agrícolas (necesidades primarias), estrecha ligazón entre la industria y la agricultura y la escasa especialización de capital y trabajo, así como una escasa innovación técnica y conservadurismo tecnológico, aprovechando una reserva de trabajo e influyendo notablemente condicionantes sociales, políticos y religiosos. Este atraso se vislumbra durante el gobierno de la Dinastía Tudor, mientras que en la última etapa del reinado de los Estuardo (segunda mitad del siglo XVII) Inglaterra empieza a destacar por su importante tecnología industrial, multiplicando la producción y mejorando la calidad de los productos textiles fundamentalmente y aumentando las exportaciones, desarrollando, a su vez, la minería y metalurgia, así como otros sectores industriales. Todo este desarrollo está estrechamente relacionado con la expansión marítima inglesa y con la llegada de inmigrantes franceses, flamencos y alemanes, importando las nuevas técnicas continentales. Por tanto, concluimos que en la Inglaterra preindustrial no hubo “revolución industrial”, sino “revolución comercial”.

Como conclusión general a dicha First Global Age reflejada en los grupos de trabajo de clase de Economía en la Edad Moderna, podemos afirmar que verdaderamente nuestros contenidos se interrelacionan estrechamente. Entre el grupo de los metales, el del comercio con América, el de Europa, el de fiscalidad y Hacienda y el de los Fugger, está inherentemente presente el fraude efectivo a través de las requisas a comerciantes particulares por parte de Hacienda para solventar las deudas del Estado, tal y como se deduce de las faltas en los registros de la Casa de Contratación que han investigado los primeros grupos. Hacienda se quedaba con una parte ofreciendo juros y sobre ésta realizaban las negociaciones con los banqueros, en un escenario de negociación en el que los tres se necesitaban mutuamente, favorecidos por la diversidad jurisdiccional, formando un proceso de endeudamiento doble por parte del Estado (para con los banqueros y con los comerciantes) en un círculo vicioso que acabó en una decadencia progresiva.
Gremios, Países Bajos y nuestro grupo de Protoindustria, nos unimos estrechamente en torno al truck system y a la precapitalización.

1 comentario:

maria dijo...

Marina, soy María Pulido, felicidades por el resumen de las exposiciones. Pero, sobre todo por la introducción. ¡Es muy buena!. Me ha parecido muy original y acertada.